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CAPÍTULO 175 - AMAR SIN RECIBIR AMOR

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Mensaje  francisco de Sales Miér Mar 03, 2021 1:56 am

CAPÍTULO 175 - AMAR SIN RECIBIR AMOR
-ATENCIÓN A LA BAJA AUTOESTIMA-

Este es el capítulo 175 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER


Si una persona ama a otra lo ha de hacer en plena libertad y porque es su soberano deseo, y no esperando ser correspondido, porque al amar a otro no se ha de hacer esperando reciprocidad. Aunque en realidad esa esperanza se esconde en la parte que no se muestra y no se quiere reconocer. Si uno ama, espera y desea ser amado del mismo modo y con la misma intensidad, por lo menos.

Si se recibe a cambio lo mismo que se da, mejor, pero el amor es y ha de ser incondicional.

Hay un amor platónico del que no se espera nada. Ni siquiera que llegue a hacerse realidad, porque uno sabe de antemano y racionalmente que es imposible aunque la fantasía de su corazón piense lo contrario. Se siente, por ejemplo, hacia ese actor de cine o ese cantante al que uno jamás va a ver en persona, con el que no podría comunicarse porque habla otro idioma, que no se fijaría en ella ni aunque la tuviera un palmo delante de sus narices, pero en su fantasía se llevan todo su amor y más amor, y ella, o él, no esperan a cambio nada más que se aparezca en uno de sus sueños nocturnos y caigan rendidos de amor y se casen con ella, o con él. El amor platónico está condenado a ser un amor no correspondido, y no siempre se acepta que es así y entonces comienza un serio problema.

También encaja en esa idea el profesor madurito pero atractivo y, sobre todo, inteligente; esa vecina guapa que ya tiene pareja o está casada, pero… es tan irremediablemente guapa…; o aquel compañero de estudios que uno idealizó tanto durante su juventud…

En el amor real, el que afortunadamente se puede vivir y disfrutar, uno espera del otro recibir amor, porque forma parte de un pacto no escrito. Amarse el uno al otro. Esa es la consigna: Amarte yo a ti y amarme tú a mí.

Hay quien, pasado el tiempo fogoso del inicio de la relación, se da cuenta de que el otro ya no ama, pero, a pesar de ello, se persiste en seguir amándole porque realmente se le ama, o porque dejar de amarle es demoler el pilar sobre el que se asienta un amor en el que, parece ser, es el único pilar que queda ya en pie.

La entrega de amor se hace donde se supone que hay eco, y que regresa el amor que se envía y, si es posible, como hacen los buenos ecos, venga multiplicado. “Amor”, grita uno, y espera que vuelva “Amor…”, “Amor…”, “Amor…”

Entregar el amor sin condiciones –que es la única condición del amor- ya debiera ser en sí mismo un acto satisfactorio –como cuando uno da una ayuda o una limosna y no espera nada a cambio-, pero es que es casi imposible dar amor y no esperar amor: es como si estuviera implícito, como si no hubiera otro modo. El egoísta que todos tenemos escondido dentro reclama que sea así.

El equívoco puede ser el de insistir en una relación en la que el eco cerró por defunción hace tiempo, y cada entrega de amor sólo recibe a cambio desilusión, frialdad, o una mirada que es un mirada fingida, o un silencio de muerte.

Que el amor vaya en una sola dirección, o amar a un abismo del que no regresa nada, es amar a la persona equivocada.

Poner uno solo el amor de los dos, no es justo ni correcto. Alimentar la relación siempre la mismo persona, descompensa la unión. Desgasta. El esfuerzo es desproporcionado para lo que se recibe a cambio, y llega un momento en que la mentira no soporta más tiempo repitiéndose, y la verdad aparece con su carga de razón y realidad, y eso debiera hacer ver –por fin- al único que ya ama que ese esfuerzo titánico, si no es compensado por otros motivos que puedan ser satisfactorios, es un esfuerzo baldío y que, tal vez, es conveniente ir pensando en otra persona que sí sea participativa en el amor.

SUGERENCIAS PARA ESTE CASO:

- Se puede amar sin recibir amor a cambio, pero… ¿realmente eso compensa?
- Amar sin recibir lo mismo a cambio es una injusticia.
- Poner uno solo el amor de los dos, no es justo ni correcto.
- Cuando uno ama sin recibir lo mismo a cambio tal vez deba pensar en entregar ese amor a otra persona.


Francisco de Sales

(Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí:
http://buscandome.es/index.php/board,89.0.html)

Si le ha gustado este artículo ayúdeme a difundirlo compartiéndolo. Gracias.




francisco de Sales

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