CAPÍTULO 197 - QUÉ ES AMOR y QUÉ ES AMAR
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CAPÍTULO 197 - QUÉ ES AMOR y QUÉ ES AMAR
CAPÍTULO 197 - QUÉ ES AMOR y QUÉ ES AMAR
-CONCEPTOS-
Este es el capítulo 197 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER.
“Más importante que la cantidad de amor es la calidad de ese amor”.
Una de las definiciones que tiene el diccionario para la palabra amor es toda una declaración teórica perfecta de lo que debiera ser el amor, y de lo que uno imagina cuando piensa en el amor. Parece estar descrito por alguien que lo conoce en toda su grandiosidad o por alguien que lo tiene muy idealizado:
“Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear”.
Se intuye en esta descripción bastante de lo que en la práctica resulta ser poco más que una utopía o una bonita hipótesis. Hay muy buena intencionalidad en el retrato que presentan; es el arquetipo ejemplar, la magia y la maravilla, el ideal fantástico, el no va más, lo óptimo y lo máximo, la aspiración de cualquier iluso o ensoñador. Pero casi imposible de alcanzar.
Otra de las definiciones es: “Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser”. Quiero entender que la insuficiencia es del ser humano en cuanto a ser parte de algo más que le trasciende. Se supone que hay que ser autosuficientes y completos por sí mismos, pero tal vez es necesario al mismo tiempo formar parte del conjunto de la Humanidad. Tal vez sea cierto eso de se dice acerca de que la pareja que uno selecciona –aunque también es posible que ni siquiera sea uno quien la seleccione sino que venga marcado de algún modo- es quien le va a complementar en algo que necesita o quien va a ser el espejo en el que verse reflejado… si realiza su misión en esta vida.
Siento firmemente y con mucha intensidad que el amor tiene una cualidad mágica cierta, y es que mientras más se da, mientras más se comparte, más se tiene. Se reproduce y centuplica al obsequiarlo. Y estoy convencido de esto.
¿QUÉ ES AMAR?
“A amar se aprende amando”.
“Amar para ser amado es humano; amar por el hecho de amar es angelical”.
Le escuché decir a una querida amiga refiriéndose a su pareja, a la cual ama todo lo que se puede amar: “hay veces que creo que no le amo, pero no me importa, porque ¡sé que le amo tanto!”
Y eso es amar. La mujer, por su naturaleza y su relación fluida con los sentimientos, sí sabe amar. Ama desde siempre. Parece que nace para amar incondicionalmente.
Amar es dar, no es recibir. Recibir es “ser amado”.
Amar es, o debiera ser, ejercitar el amor, poner en práctica el amor, darle vida al amor, cosificar tangiblemente el sentimiento amoroso… se podrían llenar mil libros solamente con las definiciones, porque al no ser palpable y medible, y depender de cada relación entre cada amante y cada amado, y de cada percepción, puede tener infinitas acepciones personalizadas.
En un juego literario que no va a ir más allá –aunque hasta incluso podría ser razonable-, digo que cuando un sentimiento se puede definir deja de ser un sentimiento para convertirse en una definición, así que me privaré de reducirlo a palabras, y dejaré al albedrío de cada uno poner la explicación que considere más adecuada para eso de “qué es amar”, ya que siempre será ampliamente mejorada por el recuerdo de cuando uno ha amado.
Si eres capaz de trasladarte a ese sentimiento, o traerlo a tu ahora, y te metes en él, verás cómo todas las palabras que se aproximen al sentimiento que vives no terminan de expresarlo, porque amar es amar, y cualquier intento de explicación sería teorizar o filosofar sobre amar.
Amar, supongo, es ser capaz de ver y reconocer al otro tal como realmente es, y a pesar de ello –de toda su realidad, en la que se incluyen cosas que no son de nuestro total agrado- tener ganas de estar y seguir con él. Aceptar que tiene, además de esas cualidades que tanto atraen, sus limitaciones, imperfecciones, fallos, algún que otro “pero”, y su inevitable sombra. Dice una amiga que amar es “salir de tu zona de confort sin siquiera darte cuenta”.
Si a pesar de conocer todos los inconvenientes uno sigue con deseos de estar con el otro, esa relación tiene posibilidades de consolidarse.
Si le ama-acepta pero con algunas condiciones del estilo de “no importa que él sea así porque conmigo, por amor a mí, va a cambiar…”, o “ya me encargaré yo de que cambie…” conviene saber esto: las personas se adaptan, pero no cambian si no lo desean por su propia voluntad. Si hay condiciones que el otro no quiere aceptar, las posibilidades de éxito disminuyen drásticamente.
Porque eso no es amar. Es condicionar, es presionar, es coartar, es imponer… y ni una sola de esas cosas está relacionada, ni de lejos, con lo que es amar.
“Amar es querer el bien para el otro”, o algo muy parecido a esto, es lo que dicen que decía Aristóteles. Y con razón. Es un apunte serio de lo que es amar.
Amar –tal vez- es saber acompañar al amor en su trayectoria habitual: es saber vivir los arrebatos agitados del enamoramiento con toda la pasión emocional y sexual que le acompaña, y vivir en la nube el tiempo que dura; es asistir a la evolución de esa pasión hacia algo más asentado, donde el amor se despoja de la idealización y el hipnotismo y se torna en sólo amor sin estafa; es compartir cada uno de los momentos y cada uno de los estados de ánimo, cada uno de los descubrimientos, cada uno de los sentimientos; es compartir el resto de la vida amorosamente, y envejecer juntos porque eso es lo que realmente se desea; es seguir en el amor cuando se va asentando, cogiendo una consistencia que lo empieza a hacer irrompible, para llegar a la máxima evolución que es donde se convierte en cariño sólido, en paz, y en un firme, deseado, e indestructible sentimiento.
SUGERENCIAS PARA ESTE CASO:
- El amor es un instinto natural no condicionado a ciertas normas o condiciones para ser manifestado. Brota sin dar explicaciones o razones de su existencia.
- La base y la capacidad de amar la traemos originalmente, pero es algo que podemos desarrollar o anular con nuestra colaboración. A amar también se aprende.
- El amor no se dice, se demuestra.
Francisco de Sales
(Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí:
http://buscandome.es/index.php/board,89.0.html
Si le ha gustado este artículo ayúdeme a difundirlo compartiéndolo. Gracias.
-CONCEPTOS-
Este es el capítulo 197 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER.
“Más importante que la cantidad de amor es la calidad de ese amor”.
Una de las definiciones que tiene el diccionario para la palabra amor es toda una declaración teórica perfecta de lo que debiera ser el amor, y de lo que uno imagina cuando piensa en el amor. Parece estar descrito por alguien que lo conoce en toda su grandiosidad o por alguien que lo tiene muy idealizado:
“Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear”.
Se intuye en esta descripción bastante de lo que en la práctica resulta ser poco más que una utopía o una bonita hipótesis. Hay muy buena intencionalidad en el retrato que presentan; es el arquetipo ejemplar, la magia y la maravilla, el ideal fantástico, el no va más, lo óptimo y lo máximo, la aspiración de cualquier iluso o ensoñador. Pero casi imposible de alcanzar.
Otra de las definiciones es: “Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser”. Quiero entender que la insuficiencia es del ser humano en cuanto a ser parte de algo más que le trasciende. Se supone que hay que ser autosuficientes y completos por sí mismos, pero tal vez es necesario al mismo tiempo formar parte del conjunto de la Humanidad. Tal vez sea cierto eso de se dice acerca de que la pareja que uno selecciona –aunque también es posible que ni siquiera sea uno quien la seleccione sino que venga marcado de algún modo- es quien le va a complementar en algo que necesita o quien va a ser el espejo en el que verse reflejado… si realiza su misión en esta vida.
Siento firmemente y con mucha intensidad que el amor tiene una cualidad mágica cierta, y es que mientras más se da, mientras más se comparte, más se tiene. Se reproduce y centuplica al obsequiarlo. Y estoy convencido de esto.
¿QUÉ ES AMAR?
“A amar se aprende amando”.
“Amar para ser amado es humano; amar por el hecho de amar es angelical”.
Le escuché decir a una querida amiga refiriéndose a su pareja, a la cual ama todo lo que se puede amar: “hay veces que creo que no le amo, pero no me importa, porque ¡sé que le amo tanto!”
Y eso es amar. La mujer, por su naturaleza y su relación fluida con los sentimientos, sí sabe amar. Ama desde siempre. Parece que nace para amar incondicionalmente.
Amar es dar, no es recibir. Recibir es “ser amado”.
Amar es, o debiera ser, ejercitar el amor, poner en práctica el amor, darle vida al amor, cosificar tangiblemente el sentimiento amoroso… se podrían llenar mil libros solamente con las definiciones, porque al no ser palpable y medible, y depender de cada relación entre cada amante y cada amado, y de cada percepción, puede tener infinitas acepciones personalizadas.
En un juego literario que no va a ir más allá –aunque hasta incluso podría ser razonable-, digo que cuando un sentimiento se puede definir deja de ser un sentimiento para convertirse en una definición, así que me privaré de reducirlo a palabras, y dejaré al albedrío de cada uno poner la explicación que considere más adecuada para eso de “qué es amar”, ya que siempre será ampliamente mejorada por el recuerdo de cuando uno ha amado.
Si eres capaz de trasladarte a ese sentimiento, o traerlo a tu ahora, y te metes en él, verás cómo todas las palabras que se aproximen al sentimiento que vives no terminan de expresarlo, porque amar es amar, y cualquier intento de explicación sería teorizar o filosofar sobre amar.
Amar, supongo, es ser capaz de ver y reconocer al otro tal como realmente es, y a pesar de ello –de toda su realidad, en la que se incluyen cosas que no son de nuestro total agrado- tener ganas de estar y seguir con él. Aceptar que tiene, además de esas cualidades que tanto atraen, sus limitaciones, imperfecciones, fallos, algún que otro “pero”, y su inevitable sombra. Dice una amiga que amar es “salir de tu zona de confort sin siquiera darte cuenta”.
Si a pesar de conocer todos los inconvenientes uno sigue con deseos de estar con el otro, esa relación tiene posibilidades de consolidarse.
Si le ama-acepta pero con algunas condiciones del estilo de “no importa que él sea así porque conmigo, por amor a mí, va a cambiar…”, o “ya me encargaré yo de que cambie…” conviene saber esto: las personas se adaptan, pero no cambian si no lo desean por su propia voluntad. Si hay condiciones que el otro no quiere aceptar, las posibilidades de éxito disminuyen drásticamente.
Porque eso no es amar. Es condicionar, es presionar, es coartar, es imponer… y ni una sola de esas cosas está relacionada, ni de lejos, con lo que es amar.
“Amar es querer el bien para el otro”, o algo muy parecido a esto, es lo que dicen que decía Aristóteles. Y con razón. Es un apunte serio de lo que es amar.
Amar –tal vez- es saber acompañar al amor en su trayectoria habitual: es saber vivir los arrebatos agitados del enamoramiento con toda la pasión emocional y sexual que le acompaña, y vivir en la nube el tiempo que dura; es asistir a la evolución de esa pasión hacia algo más asentado, donde el amor se despoja de la idealización y el hipnotismo y se torna en sólo amor sin estafa; es compartir cada uno de los momentos y cada uno de los estados de ánimo, cada uno de los descubrimientos, cada uno de los sentimientos; es compartir el resto de la vida amorosamente, y envejecer juntos porque eso es lo que realmente se desea; es seguir en el amor cuando se va asentando, cogiendo una consistencia que lo empieza a hacer irrompible, para llegar a la máxima evolución que es donde se convierte en cariño sólido, en paz, y en un firme, deseado, e indestructible sentimiento.
SUGERENCIAS PARA ESTE CASO:
- El amor es un instinto natural no condicionado a ciertas normas o condiciones para ser manifestado. Brota sin dar explicaciones o razones de su existencia.
- La base y la capacidad de amar la traemos originalmente, pero es algo que podemos desarrollar o anular con nuestra colaboración. A amar también se aprende.
- El amor no se dice, se demuestra.
Francisco de Sales
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francisco de Sales- Mensajes : 569
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