CAPÍTULO 198 - ¿QUÉ NO ES AMOR Y QUÉ NO ES AMAR?

CAPÍTULO 198 - ¿QUÉ NO ES AMOR Y QUÉ NO ES AMAR?
-CONCEPTOS-

Este es el capítulo 198 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER.

“Yo te amaba y tú me amabas, pero nos amábamos mal”. Ya hice referencia en otro capítulo a esta frase. La retomo porque está relacionada con eso de confundir lo que nosotros CREEMOS que es el amor o amar con la realidad de lo que es el amor y amar.

Uno CREE que está amando BIEN porque tiene detalles de los que se les supone a los enamorados y porque cumple algunos o bastantes de los requisitos del buen amor, pero no siempre se hace bien.

Es habitual que uno se auto-engañe a la hora de evaluar su capacidad y entrega amatoria. Que no quiera ver sus propios fallos o que se les perdone con facilidad minusvalorándolo.

Es habitual que, cuando la relación lleva un tiempo de existencia, uno u otro empiecen a rebajar el nivel de aportación e implicación, que el conformismo –a quien no se le debería permitir la entrada en la relación- haga acto de presencia y alegue que con estar juntos y llevarse bien ya es suficiente. Y es suficiente para quien solamente pida eso a la relación, pero aquellos que quieren hacer del amor algo que sigue vivo y crece porque se le alimenta a diario, es insuficiente.

El AMOR es el AMOR y no solamente algo que se le parezca. No es alguno cualquiera de sus sucedáneos, eso que se queda en aprecio y un toque de cariño descafeinado –que puede estar bien si es aceptado por ambos-, ni es eso que se limita a la felicitación del día de los Enamorados –en el mejor de los casos-, ni a pensar “si estamos juntos es porque nos queremos”.

AMAR es AMAR y no es solamente “querer”. Decimos “te quiero” y en realidad eso no es suficiente, por las connotaciones de posesividad y acaparamiento que tiene la palabra “querer”. “Te quiero” suena rutinario. “Te amo” es toda una declaración de amor confirmada que se renueva cada vez que se pronuncia.

No es suficiente eso de “¿qué más da lo que diga o cómo lo diga? el otro ya sabe lo que siento”. Aunque el otro lo sepa –y no porque se le dice sino porque se demuestra-, es bueno repetirlo y cada vez con la emoción que ello provoca, cada vez que los latidos un poco alborotados, con el mismo rubor de la primera vez que se dijo.

“El amor no se dice, se demuestra”. No se ama si no se demuestra. No es lo mismo decir que se ama que amar. No es amar y no es amor cuando no se confirma ese sentimiento continuamente, cuando se desatiende al otro, cuando se le dan prioridad a otras cosas antes que al amado o la amada, cuando la rutina toma el lugar del amador, cuando se falta al respeto, se menosprecia, se ridiculiza, se insulta, se burla, se ningunea, se humilla, se hiere, se hace sentir inútil…

Hay más formas de desamar que de amar. Más formas de herir que de amar.

Amar bien es una responsabilidad que uno adquiere al formalizar la relación y es prioritaria e inaplazable.

SUGERENCIAS PARA ESTE CASO:

- Amar es un ejercicio de continua demostración. Requiere toda la atención y dedicación. La persona amada es lo más importante y conviene demostrárselo continuamente.
- No amar no ha de ser jamás una opción.
- “El amor no se dice, se demuestra.


Francisco de Sales

(Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí:
http://buscandome.es/index.php/board,89.0.html